Los
vínculos afectivos son una necesidad que forma parte del proyecto de desarrollo
de un niño recién nacido. Si esta necesidad no es satisfecha, el niño,
adolescente, joven o adulto sufrirá de "aislamiento o carencia emocional”.
Los vínculos de apego no sólo van establecerse con los padres o familiares
directos sino que pueden producirse con otras personas próximas al niño
(educadores, maestros, etc...). La
figura principal es la madre.
Existen
distintas fases en el Vínculo de apego:
Fase 1 (desde el nacimiento a los 2 meses): Los niños no suelen
tener preferencias, y normalmente responden positivamente a todas las personas,
pero tienen una serie de actitudes
innatas para captar la atención de la madre, por ejemplo el llanto.
Fase 2 (desde los 2 a los 7 meses): Se van consolidando
los vínculos afectivos con la madre, padre…Ahora otorgan menos atención a los
extraños.
Fase 3 (desde los 7 a los 24 meses): El vínculo de apego es
más evidente en esta etapa y mucho más fuerte. Los bebés empiezan a distinguir
lo extraño de lo habitual.
Después de
profundizar en este tema y observar en casos concretos cercanos a mí, creo que
el vínculo de apego, se da en todos los niños y además, puede agudizarse con la
edad si la madre, padre, famíliares o maestros, no ayudan al niño a poder ser
independiente. En mi opinión este vínculo es completamente innato, pero puede
agudizarse o reducirse, si la figura a la cual el bebé tiene más fijación,
regula la excesiva atención que produce el bebé. Si esto no ocurre, y la madre
o figura del vínculo de apego, fomenta la excesiva sobreprotección del bebé,
éste puede presentar el vínculo de apego durante toda su vida, o al menos en
una larga etapa, lo cual lo perjudicará, ya que podría tener problemas tales
como las relaciones sociales, el miedo a la independencia, el reclamo excesivo
de atención, inseguiridades… Este tema me ha parecido muy interesante y creo
que es importante conocerlo para evitar una sobreprotección en los niños.
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